lunes, 6 de enero de 2014

Ruta Franciscana, la gran desconocida en pleno centro de Jalisco.

A propósito del 6 de enero y de los Reyes Magos la secretaría de turismo y varios medios locales han hecho eco de uno de los tesoros turísticos de Jalisco, la RUTA FRANCISCANA, una desconocida para la mayoría de los habitantes de la ZMG que sin embargo es una de las joyas de la corona del barroco hispanoamericano en la NUEVA GALICIA y que junto a otros conjuntos en el norte del país, en el Perú y en Bolivia se consideran ejemplos de arquitectura religiosa de la colonia.

Los franciscanos llegan a la que será la Nueva Galicia a partir de 1530 con las expediciones de Nuño de Guzmán y Cristobal de Oñate, quienes para evangelizar a las tribus cocas, tecuexes y otras nativas de la región fundan misiones, destacando las que se encuentran hoy día al sur poniente de los valles de Atemajac y de Tlajomulco, y la comarca de la laguna de Cajititlán.

La ruta puede comenzarse  o terminar desde la  basílica más popular del centro del estado de Jalisco, ZAPOPAN en el norponiente del  Valle de Atemajac, su monumental conjunto arquitectonico es hasta hoy habitado por los frailes franciscanos,  esta diseñado en un rico barroco en cantera, tiene un gran atrio y fuera de este la gran plaza de las américas que el 12 de octubre recibe más de un millón de visitantes en la Romería a la GENERALA a virgen de Zapopan, una figura de  pasta de caña originaria de Michoacan que llega a la ciudad durante  el siglo XVII y que desde entonces hasta hoy es una de las más milagrosas y visitadas,  posee además un  monasterio, huertas y jardines y visitarla es una obligación de propios y extraños.

Siguiendo el camino al sur del municipio se encuentra Santa Ana Tepetitlan, su pequeña capilla del siglo XVII es austera pequeña hecha de cantera con remates barrocos, se encuentra a la altura de López Mateos y  Periférico, es  originalmente forma parte de un hospital fundado por franciscanos, su portada esta integrada por un arco de medio punto con clave, sentado sobre pilastras de cantera. Se conserva aún en sus muros exteriores la sexta estación del Vía Crucis, cada una de estas secciones eran monolíticas y para adosarlas a la pared se utilizaron pequeñas lajas. El presbiterio está realizado en cantera y es de planta basilical.
 

Muy cerca de ahí, se encuentra Santa Anita en Tlaquepaque, la última delagación del municipio o la primera de poniente a oriente, como Zapopan tiene una gran basílica  barroca  en su interior con elementos renacentistas la  fachada neoclásica con una advocación mariana, en este caso a la virgen de la Candelaria, su actua apariencia data del siglo XVIII pero se construyo junto a  los otros conjuntos por las misiones franciscanas en los pueblos de poniente del valle, En la sacristía se haya una colección de 12 pinturas del siglo XVI, con temas religiosos.

Muy cerca de ahí se encuentran San Sebastian el Grande perteneciente a Tlajomulco muy cerca del límite municipal y San Sebastianito en Tlaquepaque,  ambas poblaciones  cuentan con edificaciones franciscanas, El Templo de San Sebastián se edificó a mediados del siglo XVIII y se reconstruyó en 1880. A diferencia de los otros templos de la ruta, éste sólo cuenta con ruinas de la Capilla de Hospital que, según evaluaciones de sus vestigios, debió haberse construido a su frente un siglo después.

San Sebastianito aunque de modestas proporciones es un verdadero primor, considerado por algunos estudiosos el más bello y preservado en el estilo, se encuentra ubicado a tan solo unas calles de periférico sur y data de finales del siglo XVI.

Adentrandonos en el municipio de Tlajomulco encontramos en la cabecera municipal  otro ejemplo de edificación franciscana que data del siglo XVI que contrasta con el templo mayor de la población de estilo neoclásico con altas columnas blancas que pareciera transportarnos en el tiempo a el romanticisno propio de finales del siglo XVIII y prinicpios del XIX.

Siguiendo hacia el sur oriente encontramos la comarca del lago de Cajititlan con sus  localidades y templos dedicadas a los evangelistas, San Lucas, San Juan, así como Cuexcomstitlan.

El trayecto alrededor de la Laguna de Cajititlán, el siguiente destino de esta Ruta Franciscana es Cuexcomatitlán, nombre simplificado a “Cuexco” por sus habitantes. Ahí yace desde 1750 la Parroquia de la Purísima Concepción, al frente de otro templo más modesto donde se enseñaba a las mujeres indígenas las labores domésticas.

Dentro de la parroquia se localiza una figura de Jesucristo elaborada con injertos de hueso y de gran valor histórico. Es cuidada las 24 horas por personal, tras padecer la experiencia del robo de una de las cruces sagradas por traficantes de figuras religiosas. 

A sólo 10 minutos están los templos de San Lucas y San Juan Evangelista, ambos en el Centro de las pequeñas comunidades homónimas que los albergan. En ellas habitan artesanos y músicos seducidos por la herencia de sus antepasados. Todos saben que sus padres fueron enseñados por sus abuelos, y sus abuelos por sus bisabuelos, y al seguir la pista, se descubre un legado cultural de más de 300 años.

La principal característica que identifica a estos templos es la localización de un cementerio en sus atrios, en su mayoría con tumbas sin nombre que permanecen ahí desde hace tres centenarios. Alrededor sólo hay casas modestas y árboles frondosos de donde se cuelgan aves que silban ocultas entre los ramajes.

El Templo de San Lucas Evangelista se erigió en 1640. Está labrado en cantera y en él se encuentran esculturas que identifican a los ángeles de un coro y animales como ciervos y lagartijas. Fue construido 20 años después que el Templo de San Juan Evangelista, también de cantera, pero con un águila en la parte alta y un retablo forrado de oro, donde se alojan esculturas antiguas de gran valor.

Poblaciones cercanas también son San Miguel Cuyutlan y Santa Cruz de las Flores que pertenecen a está ruta que bien vale la pena visitarse.

Por último o como principio CAJITITLAN y sus famosos Reyes que cada 6 de enero viajan en lancha por la laguna bencidiendo el lago que otrora fuera un importante centro de pesca de charal y pescado blanco, que hoy día esta en proceso de saneamiento y tiene ramadas, restaurantes, fraccionamientos y un malecón donde el turista puede pasar tardes maravillosas o atardeceres de ensueño, sus iglesias en especial la dedicada a Melchor, Gaspar y Baltazar  son consideradas entre las  más bellas del estado, data de 1634 y es el punto más visitado del estado el 6 de enero, uno puede degustar lo mismo una maravillosa rosca que unos charalitos y unas nieves.


Cabe destacar que todos estos lugares se encuentran a menos de una hora  de la ciudad, la ruta franciscana de Jalisco sentaría las bases de las futuras misiones que se extenderían en el reino de Nueva Galicía que más tarde  se iría expandiendo hasta  el sur de Sinaloa, y de ahí las misiones franciscanas  segurían expandiendose muy al norte hasta lugares tan remotos como Sacramento, San Francisco, Los Angeles, Santa Fe,  la Alta California, Arizona y Nuevo México, siguiendo las márgenes del río Colorado en Oasisamérica.

En fin si puedes escaparte un fin de semana te recomiendo te des una vueltesita por estos tres municipios, Zapopan, Tlaquepaque y Tlajomulco ricos en tradiciones, arquitectura, artesanías y una gastronomía que te llenara de colores, sabores y sensaciones.



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